Por Fausto Soto.
Mi humilde opinión ante la tragedia de Jet Set
No busquemos culpables por la tragedia en Jet Set.
Todo ocurre en el momento exacto cuando tiene que suceder, no porque se está en el lugar, hora y tiempo, sino porque fuerzas ajenas a la naturaleza humana vibraron o razonaron para enlutar familias.
El país está en duelo. El dolor, la tristeza y la angustia arropan nuestros cuerpos.
En estas circunstancias, donde hay víctimas mortales y otras en difíciles condiciones de vida, debemos hacer un alto en el camino para reorientar nuestro paso por la vida en este mundo terrenal.
Dios, como refugio de nuestras penas y tristezas, consuele a todos los familiares de las víctimas de Jet Set.
Como ley de la naturaleza de los contrarios, la búsqueda de la alegría y la felicidad se transformó en penas, dolores y tristezas .
Que Dios nos bendiga siempre y nos acompañe e ilumine en este camino de vida que nos conduce a la muerte de distintas formas y maneras.