
Tras el registro de un niño que resultó con un “popit” incrustado en su encía, el Instituto Regional Materno Infantil y Especialidades, IRMIE, ha emitido una alerta pediátrica a los padres, madres y tutores, así como a los maestros de educación inicial a que vigilen muy de cerca el uso de este tipo de juguetes en menores.

Ayer fue reportado el sorprendente caso, de un infante, cuya identificación se omite por razones legales, presentando un bulto en una parte de su encía, lo cual para la madre correspondía a un pequeño tumor, pero que al ser evaluado por un especialista se pudo evidenciar que se trataba de un elemento del juego en cuestión.
La sociedad dominicana de pediatría, filial Peravia, también se suma a esta advertencia, refiriendo que además de las encías el Pop it representa peligro para otras áreas físicas de los niños.
Un pop it es esencialmente una bandeja a base de silicona de «burbujas» de media esfera que se pueden empujar, causando esto emoción a los niños con el sonido de estallido resultante. Una vez que se ha empujado una «burbuja» hacia abajo, se puede volver a empujar hacia arriba, lo que también produce el mismo sonido.
Este juego se ha puesto muy “de moda”, porque ayuda a reducir el estrés, ansiedad y episodios de nervios.
El ‘Pop it’ también puede servir para tratar perfiles de niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista), «para la regulación conductual, es decir, para darle una funcionalidad a sus conductos y ayudar a favorecer su autonomía».